Miedo a los dioses desconocidos
Terror, y razón oculta, bien dotado el carajo de exagerados sentidos. Por aquel día, fue proclamado con trompeta, y apuntado a los cuatro confines frijoleros con la desdicha de los vientos.
La labia de boca volcánica susurro estruendo vario.
El fin de intimidar destacó su alma pervertida, desde la abertura de sus poros, ensangrentados por el sudor de la ira, solo por ira.
“Júpiter Fulminans”
El miedo y horda del infierno arremetió con espada encendida por fuego sacro.
“Júpiter Fulminans”
La enana aldea que colgaba del horizonte comía miseria y despojo último, en favor de esos, sí, esos; los pequeños dioses.
Territorios aledaños supieron del ejercicio del poder reinante a esas horas, que bramaba hedor de las almas perdidas alojadas en su vientre abultado.
No había retorno, no había.
No había vuelta a los lagares de paz, a los buenos tiempos, al descalabro de la sonrisa de la doncella amada que reía en la puerta del establo.
En espera de abrazo y penetración más de un viejo cuento de amor ingenuo.
“Júpiter Fulminans”
Misericordia miserere.
Los del miedo no tenían razón social y en sus chapas no decía el romper molleras y tuétano sagrado.
La desdicha de los días con hueso filudo rompía el cosmos de las pequeñas cosas que no importaban.
Galopando y frijoleando “Júpiter Fulminans”
Ilusos floridos aguzados oídos, despierta y duerme, por ultimo si quieres.
En eso y de pronto la tierra expiró por puro expirar, bajo la muerte indefectible y atolondrada.
La desesperación hizo entregar a los de vientre, y de pecho, e inclusive a un remanente de destetados, como ofrenda para aplacar a la ventrílocua natura.
“Júpiter Fulminans” si, “Júpiter Fulminans”.
Continuara, por razones obvias me abstengo del final.
E.C.Flores
1 comentario:
AVE IVPPITER FVLMINANS
Publicar un comentario