jueves, noviembre 15, 2012

Análisis y descontrol imaginario en base a esqueletos infestados de huella genética dadoras estas, de un que hacer fatigoso en medio de esta plataforma de embarque hacia las entrañas de Dios.
E. C. Flores (Cantelli) 

martes, noviembre 13, 2012

                                                                       EN TRANSITO



Mientras la ventana se movía mecánicamente a velocidad de crucero boreal.  
Sin emisión de ruido alguno.
“Sigilosa” le llamaban a esa nave nodriza.
Esta, sostenía mis huesos secos en la inercia de costumbre hacia un destino sin Tarot ni augurio.
Y yo dejándome llevar por pura fuerza mayor, pues el “bastardo deber” muy bebido, me seguía con su picana eléctrica dándome por “faire ses coups par-derrière”
Del otro lado, mis ocelos  grandes como boca de túnel negro, apuntaron en solapado ángulo hacia las dos orillas que me tragaban a 120 km por hora en constante.
Seguíamos así,  el culebreante punto de fuga que se asomaba desde lo más alto de la meseta rechoncha y ocre, que se retorcía y retorcía en el epicentro de su mismo matiz fantástico y fantasmagórico.
A esa hora, como de costumbre los atletas ciegos aparecían en forma de “letreros” y, “animitas pobres” como testigos sin lengua  alguna, para deprecar sus devenires graníticos y machacados por el rey Sol, contumaz e intolerante que atacaba las orillas de los caminos como buen asaltador.
Las rocas, nuevas y antiguas bailaban la quietud de la zona, antes de la llegada del hombre.
Anguladas y asimétricas se esparcían como extendidas a palma pelada, como un jardín de veritas extrañas en sentidos ambos.
Pétreos de uniforme pagano, se perdían a mis flancos enfilando hacia el polvo interminable en franca búsqueda de la “beta mater”
Los oteros regordetos escondianse y aparecianse  por doquier, cargando monotonías esquizoides
En las alforjas de “anciestra”. Esa vieja cana, que los dejo ahí como “guachos miserables” a la espera de no sé que.
 Se ufanaba de impiedad.
Ya que según ella, era la manera que había de respetarle.
Horas piroplásticas al rojo, jactabanse de solas, aisladas, amurradas y heridas, por la geografía agreste, espectral y habitual.
Por fin hacia su primera aparición en escena un gen de arbórea, actuando de atalaya en los limites de ambos mundos.
Un respiro de alivio cruzo mi mente un mili segundo  de inmediato sacudí el seso, para re y, proseguir mi curso largo, al encuentro del abrazo magno a la puesta del ocaso, bajo el viejo alero de mi casa.
Los pequeños brazos de mi último gen y del suave ósculo santo serian regalos frescos a esa especial llegada.
Sera la mejor respuesta, al significado de la vida solamente por hoy.
El afán de mañana le dejaría descansar hasta su hora de vuelo y llegada.
De este modo llenaría plácidamente las casillas por llenar, en el futuro inmediato y tablero de juego en el viejo ejercicio de estar.

E. C. M. FLORES. (Cantelli)

viernes, noviembre 13, 2009

Satrapas y Oníricos



Matta, parecía como si reposara camuflado de hoja seca, en un piso gélido de París, visión frenética y extraña a esa tarde, tarde hora, esto a plena y tenue luz del farol fantasmagórico que le hacía sombra perfecta con esa tenue y pobre luminosidad anaranjada, frente a la ventana de su cuarto de segundo piso conventillero, en la zona del pequeño barrio de "ile Saint Louis"
Sus grandes ojos, llenos ahora y, por estos días de una melancolía del color de la desesperanza y la realidad de la espera forzada, permanecieron quietos más aun, por un largo rato, en la oscura y espesa profundidad de las estrellas dibujadas en el cielo falso, con revoques claramente altruistas de su pequeño y asfixiante habitáculo, lo que de algún modo denotaba ensoñación caminada, muy pero muy caminada y escapada de un lejano pasado irrecordable, de algún pintor mediocre que vio lo mismo y se sintió sofocado tal cual como lo hacía hoy este loco asilado.

De pronto y, a sus espaldas, se abalanzo de súbito, tal cual como el hálito inconfundible y alcohólico del viejo "Jean Pierre Garnier Malet" ese rufián y viejo compañero de juerga que le hacía sonreír levemente de vez en cuando, cada vez que venía a su mente su presencia y recuerdo.

¡MMM! Era para variar la fastidiosa e irrespetuosa “Sorpresa" que venía siempre del mismo modo y de brusco hacia él, con sus esponjosas e inconfundibles y pálidas ojeras, ahora peinándose para atrás los pocos pelos que le quedaban sobre su calva y prominente cabeza, solo con la mera intención de correr una cortina importada a telón rápidamente, por obligación según su trabajo, y dar paso al segundo acto lo más rápido que se pudiese, con el firme propósito de seguir durmiendo y soñando a la vez, en busca de las variadas libertades que no poseía, ahí, en el fondo de su cuarto.

De pronto aparece en la misma escena, (Tras la abertura del telón) otro Matta, como un perfecto holograma espacial, muy decorado y amononado, aparentemente preparado como para una cita, de esas muy calentonas y ensoñadas (Lo intuimos por el ramillete de petunias blancas que empuñaba con firmeza, y además, por su cabellera grisácea muy bien engominada) 

Se quedó parado y sin decir palabra alguna, comenzó a derramar sutilmente lagrimas holográficas que caían en lento, raramente desde afuera hacia dentro, haciendo un recorrido inverosímil en busca del camino a la muerte rápida y feroz, como no queriendo tocar aquel piso parisino y estulto, floto por un instante en una extraña levitación, ahí estuvo un largo rato, observante y siempre silencioso, mientras todo comenzaba a diluirse en las superficies desgarradas de haya afuera.


El tiempo fue seccionado y luego suturado, a la décima potencia, todo permanecía congelado ahí mismo, como en gélida roca quieta esperamos por los siglos de los siglos.

Mientras tanto, otro de nuestros singulares amigos, “Diego Maquieira” vio todo lo descrito con cierta distancia y sospecha desde el frente de la vereda, en la vereda oriente con Magdalena, la distancia parecía dar lectura de sapiencia y buen juicio por parte de este, “aparentemente”.
-- Yo la verdad no lo creí, sabía que en su esencia era tal cual y, más orate, que este aparecido y patético Matta salido de las mismas fauces de una taberna milonguera.
 El holograma ya rebelado, de pronto montó en el aire una nueva disposición al ver a “Maquieira” parado en la calle, este le observo detenidamente cambiando ahora, la mueca triste, por una nueva, leve y creciente sonrisa en sus labios.
 Le brillaron los ojos como fuegos de artificio al detectar a ese viejo amigo, que no se ve en centurias, para luego acercarse y abrazarle con musculo y alma.
Festejado y dispuesto le esbozó una sonrisa de bolsillo y le invitó a inflar con un Bombín, al otro Matta, que yacía fijo y frío, en aquel piso de París.

Así fue, y así se hizo. 

Recuperados ya del espasmo por ajenjo, lograron levantar del piso de París al Matta resucitado y rescatado desde las mismísimas puertas de “Hades” muy oportunamente la noche anterior.

No sé cómo, pero los tres juntos llegaron a parrandear nuevamente al “Diego Portales”, con sombreros de copa y alegría entre manos, cargados de nuevos bríos, por las nuevas conquistas que habían logrado la noche anterior entre, él “Les Assassins y el catastrófico y aparentador “Liguria”, todos ellos en pos de la flojera misma y estandarte y por supuesto en el santo nombre de esta.
Lo que ahora en adelante se debía presentar como tarea diaria y, a los cuatro vientos del mundo de “Les Mammon” se debía indefectiblemente pregonas como una nueva teoría revolucionaria en contra de los entristecimientos absurdos del neo hommo.



Mientras, desde plaza Italia, en el punto cero de la ciudadela cursi, el abuelo de Maquieira muerto, le reprochaba a viva voz que se alejara de aquellas malas influencias ya que al “averno” le arrastrarían inapelable-mente, con bombos platillos y petacas.

Oídos sordos arrastraron la Alameda hasta el Cine Normandie.

Mientras, Marlon Brando, en la boletaría los recibió con “horror”, por no haberlos encontrado un poco antes, para recorren juntos lo aquello e irrenunciable. 

Sigue.............................






Autor: E. C. Flores (Cantelli)

miércoles, septiembre 16, 2009

jueves, julio 23, 2009

Plató


Extravagante cobertizo de ramas, primer tiempo de un acto
poco usual, exótico y fornicario con nación cachonda.
Corro sobre un ocluso gaseoso que resbala desconfiado en
shock.
Me empeño en creerles, bebiendo un sorbo de sus ojos tras
un velo acerado a sazón extraña.
Mientras, somos cuantificados en bono soberano dentro de un
movimiento en conducta acorde a un bandoneón hexagonal y,
cromáticamente paranoico. 
El tiempo lo pide llamando con corno de mala praxis y de macho cabrio.
Digo y vengo por un disfraz vestido de mantra y atardecer,
que engaña a sabiendas.
Lo cuelgo cuando me canso, cuando
me postro, cuando actúo sobre esa roca profana.
Un aparato sin reflexión de tiempo abofetea bastante a
menudo el rostro de un chico tallado a piedra, el que dice
que; “frágiles somos en debernos”, “frágiles en odiarnos”.
Afuera el tumulto le espera con agasajo maligno en ristre
derechista, e izquierdista, con el hambre de partirle la
mollera.
A modo de gusano sobre una pista de sal íbamos
retorciéndonos, huyendo al cuarto del pánico donde se
encontraban todos, por fuerza mayor, esperando
paradójicamente el vivir juntos.
Una célula madre de batalla, venia extenuada al no salir
fecunda del tuétano, mientras el convenio y la costumbre
destrozaban unos odres nuevos que regaban por ahí. Dicen
que yacían escondidos en el doble fondo de los viejos, al
acecho en milenio estirado. Lograron sobrevivir la atómica
einsteiniana, junto a unos escarabajos griegos que hacían de
polizón.
Teme al que ahonda en cuestión, te nublara letrero directriz
de ruta
Básica en fin, intervendrá en tu ensalada agregando espina y
granada perforadora de blindaje. ¿Qué miras? ¿Las
estrellas? ¿El sol? ¡Ten cuidado!,- les grite. Fue demasiado
tarde pues ya habían caído al abismo sin fondo. Lo bueno de
todo esto, que ni siquiera se dieron cuenta, pues bajaron
raudos, con sus miradas obnubiladas
En una gran mentira ciudadana que todos esculpian.

Autor: E. C. Flores

martes, marzo 03, 2009

To the Gauls





A los Galos
Afino el seso con rose y humor vicioso. Climático, orgánico.
Flor de hierro y remache venida a menos vagando en la espalda de un orleanista en
Las puertas del museo de cera. Sin ticket, en la mano ladrona.
Matilda avanzó con un tacle deslizante y golpe de “derrie`re” sobre la inhumanidad de
“Tulius de Laersio”, vago contumaz de puerto y entrepierna navegada. Así, de algún
Modo le mató, por amor.
Todos estos flotaban con donaire noctámbulo y sexy en medio de las siluetas
Sospechosas de siempre, en la locura sensual de la penetración insustancial.
Con estilo e perfume embrujador. París se divisa y se pierde a lo lejos en lo delicado
Y finísimo de “Sodoma and Gonorreas” sobre el haz de una luz engañada, haciéndole
Parpadear intermitentemente con luces de ensoñación el alma sensual.
Pagana figura, todos te creen, esperando en una plataforma lunar los goces de la
Vista ilustrada en soberbia disimulada y racial.
Una escala al infinito de no sé donde, e indiferente, quieta y tapeada está en tu base
Etérea.
París hace su show con desparpajo "putillo" mientras mira con indiferencia, hacia otro
Lugar donde circundan puritanos de cuello clerical, con trompeta circundante de
Murallas sitiadas.
Estos se tropiezan entre paso sabio y que no, tratando de también penetrarla con
Secreta pasión al carecer de real contención, ¿cachonda y loca pasión?
Reflexión Darwiniana aparece de brusco; un mono chilla amarrado a una silla
Eléctrica con casco extravagante. ¡Solo aquí se ve esto!
Más charlatanes con tongo e bastón hacen performance poco ortodoxa con revolver
En mano por si alguien no les creía.
En otro lado un asno da conciertos en nombre de la cultura, el estupor en la sala y
Balcones se aprecia con espejuelo cursi.
El rapé corre a raudales en las narices ya con coca, la mezcla se hace insoportable a
Ratos.
Las especias holandesas decoraban los muros barrocos y pintorescos, mientras los
Cocineros de ricos manjares blufean en glasé y macarrón.
Un krishna ansiolítico es basureado en una calleja empedrada, oscura y silenciosa en la
Virtualidad profunda de la ciudadela, en segundos su cuerpo yace inerte en la cajuela de un
Citroën púrpura, esperando un baño profundo en el “Sena”, vestido de riguroso
Hormigón compactado.
Clouseau, en una cafetería a orilla de calle, hacia “guevadas” con katto discutiendo sobre bloques de
Gelatina purpura y en cruz, que eran repartidos como pan donde no lo había. Bizancio fue recordado con
Seriedad y cuerno de oro.
Un poco más allá el buen vino fluía en cascada; nada más y nada menos que venido desde un convento sodomita desde, “Champaña, Ardenas”,
Éste a raudal domó loas y lenguas aguzadas, bajo columnas robadas egipcias y griegas,
Repartidas por ahí, como iconos del hurto colonial y salvaje de sus viejos roseta.
Apacentamos luego y cansados, la mona de la noche en juerga, bajo ellas y ellos y la luz estúpidamente romancera, pero muy mareados en la marea placeba.
Esta noche, -dijimos, con rabia de boca mas no de corazón. A la vuelta del alba huiremos como frescos raja sin pagar la cuenta y a
Punto de explotar con imagen posesa, en los fueros pútridos de grasa y alcohol muy bien destilado, en el mismo corazón de las míticas  "Furias".
Una costumbre me hiere de muerte apenas sale el sol rojillo y calentón, ahí quedo, sobre una
Felpa púrpura, envuelto y tendido con cara de idiota, sin lograr conocer otro día más y su sopa.
Todo por morir y conocer París. ¡Grande esta y, putita ramera!

Autor: E. C. Flores

domingo, febrero 15, 2009

Bleed in the valley of Meguido






Confiasteis más en los revólveres y en tus carros de fuego.
En los censos de fuerza humana, ya que más, nunca poseísteis ni quisisteis poseer.
La mano de Dios sin apretón dejasteis.
El alambre de púas endureció tu alma probada a crisol mufa, en una base nuclear
Ultra secreta en “Dimona”, a un costado de un campo
Donde se cocían papas mohosas y nadie era henchido.
En otro punto del polvo, los beduinos que moran en tiendas regaban odio destilado,
Con manguera, sobre un suelo sagrado, bajo bandera apócrifa.
El monte “Nebo” era para esos días una atalaya.
El “Mossad”lo había tomado con chupilca y mas fuego atroz hacía unas mil noches.
Entre “Adar y Elul”.
El “Pisgá” reveló tronaduras en la cornisa del tiempo.
En otro punto del polvo, en el mercado negro del Soviet se hurtaba uranio con altos
Grados de nutrientes, de una billetera oficial que flotaba en un cuerpo desnudo, en las
Sombras de las aguas, de una base de submarinos en “Múrmansk”, con fines santos.
Gorbachov se hizo el loco mirando en otra dirección mientras se borraba el estigma
De Damián con roca pome y alcohol de patata.
En otro punto del polvo y hermano de sangre, comulgaba un libio con la berga en la
Mano deprecando el no ser creyente. Atizando, Atizando.
Gadafi se hacía el de las chacras encriptando códigos secretos junto a una Biblia de
Smith.
Para luego beber y fornicar con pinza, junto a un Salieri que nunca falta.
“Balaán” antiguo chamán, junto a William Borroughs se mandaban un porro
Jamaiquino, viendo lo que otros no veían, escondido en un roquerío montañoso sobre
El mar muerto.
Estos, rieron de buena gana sin dar la cara, sobre un complejo de fumarolas exóticas
En forma. Despotricaron ideología borracha y de odio macerado en el mejor
Estiércol, venido de un camino lateral que se escondía tras el de la seda y, el del
Vidrio de Alejandría.
Un viejo imán les oía a pie juntilla con vara en mano y cántico a lo lejos, mientras
El ocaso desprovisto de todo respeto les esfumó su sombra suavemente esa mañana.
La cáfila observante, quedó en transe viajero y secreto en busca de mendicantes.
Los fatuos marimbearon sus sesos calientes en espera de una paz que volaba en
Cohete.
El cielo encrespado y púrpura de la mañana, ebrio abrió sus cortinas por el
Horizonte, dejando ver a lo lejos los corceles volantes con sus bodegas gordas de
Ojiva, con atonado punto y dedicatoria a mano.
La indolencia panorámica les decía que solo eran hormigas
Para la estadística satánica y maquiavélica. “Mother battles” sacaba cuentas alegres.
La bota se mostró en su rostro, firme duradera y fétida en el núcleo del enjambre de
Las cruzadas de vergüenza.
Lloro, crujir de dientes, lengua pegada al paladar, seis palomas por un nonato al
Pilpil se tranzó tras la pena esquizoide.
Holocausto, cincuenta, quinientos bueyes no bastaron.
Gog, Magog, apacentaron nido buitre por un poco más de tiempo sin saber que aún
Faltaba lo peor.
La segunda muerte y, la quema de los huesos del tiempo.

Autor: E. C. Flores

sábado, diciembre 06, 2008

Phobique sociale



Nea la prose, dédiée aux mandrills qui pullulent par l'esprit basique.

UNE PHOBIE SOCIALE AU CHILI

Mi amargura perpetuó morada en los tres hielos de un whisky doble, pulidos en Kurdistán con San Diego, ahí, donde se amalgamaba la jarana de pocos pesos. Donde la voluntad propia se disparaba hacia un sin fin de chulaxias. Los vagos de paja y de siempre confesaban sus bajezas en el ruido del hacinamiento clandestino, en cuchucheo, y risa descarada. Aforismo de quilate poco fluía como andanada vomitiva, e indagando al mundo translucían con rostro desencajado.La saliva era hilarante y exquisitamente ruda, en medio de una orgía de bacterias embriagadas de igual modo con el mismo vino flaco.¡Lo pasé chancho gancho!, le decía uno, a otro que ya poco le entendía. Me engrupí a unaminita de allá, esa, la del Teniente Bello. Chica extraviada, escondida y pletórica de belleza mapuche. ¡Zafaste por poco!... de que los pacos te reventaran el hígado verdoso a palos en la escapada. Le recordaba un caco a otro facineroso de noble espina. Algunos, relaciones nuevas conquistaron, que nunca más verían, solo quedarían como señales borrosas de todo aquello en sus agendas de plástico chino. Todos, se ufanaron en la nada más espesa de un jueves puto, regresando a sus cuevas creyéndose el cuento, de haber patinado en el charco de un Hollywood venido al ínfimo mas macro que hay sobre el círculo de la tierra, más, elevado a la décima potencia. Así, se creyeron por un rato, “perdidos de toda realidad”. El ser felices.¡Los infelices de la conchesumadre!

Autor: E. C. Flores

domingo, noviembre 11, 2007

SED



A los que duermen de cara al piso, en actitud cara de raja y que ni el culo se cuidan.


El lastre acumulado por grosura soltó de la nube negra a una gota llorona y como un parto fecundo se disparo hacia su muerte segura.
Por un instante fue rechoncha, robusta y bien lograda.
Al tocar el polvo seco de la tierra ya era lo suficientemente estilizada como para alimentar la necesidad miserable y, hacer la mezcla oportuna para los organismos a penas vivientes y sedientos, ya a esas horas.
El orden natural de inmediato se mecanizó con el oportuno bálsamo, lo que se agradeció en las aldeas de los hombres con júbilo regado y carne de oveja humilde.
Ésos, los que decían ser "humanos" y horas restantes se les aglutinaba en sus gargantas la blasfemia en contra del que habría los grifos universales, mutaban hipócritamente a caldo de humildad enmascarada.
Por fin las lenguas se soltaron del paladar relamido y saciaron sus desdichas al son de tamboriles y fiesta orgiástica.
La revelación fue de inmediato olvidada.
"Simple Mind", sobrenaturalmente natural en sus actos, como animales en celo y con gen contrario cabalgaron tras la caza de costumbre, para seguir viviendo lo que se pudiera; haciendo de este juego un modo de vida con el engaño inscrito en la frente.
Hijos de Caín, raza de renegados y persecutos.
Mientras que los de Abel escondidos y, con sus lanzas en ristre esperaban escondidos en la bruma del bosque de conifera, la venganza solapada.
Tódo, por la herética del olvido de Dios.

Autor: E. C. Flores

viernes, septiembre 21, 2007

Genetic Distillation


Un fluido raro, indolente, articulo de transa constante y ruidoso, era destilado de soslayo y en tonelada, en el movimiento físico y mental extraído desde el mismo hombre en pequeñas onzas.
En búsqueda movida y frenética por persistir.
No era para ese entonces solo pan y ración; simple pan.
¡Ho Subsistencia! ––Que ramera que eres.
Vanitas humanas vanitas……………….les penetraba el orto.
Móvil intenso de sus intentos de pasar el chaparrón.
La “necrópolis” que se ufanaba de “metrópolis”, ingenua era en observación, moría indefectiblemente ante su ambición mocrófaga en su viaje de sangre y retrodevoracion.
La ciudad desde los acantilados sedientos un agujero negro era, se comía a si misma con reiteración soberbia, los cúmulos de energía a cada semáforo tragaba y tragaba grandes sobredosis, embriagándolas.
Llegado el tiempo de desahogar las tripas como parto de dolor, les conmovía sus rasudoques. ––Bien merecido lo tenían, INCRUSTADO, EN cruz.
Dolor disfrazado, ungüento y pomada.
Langosta mortífera, bienestar inmediato les cagaba, segando sus ojos.
Les dormía la llegada del santo caos. Ladrón nocturno y bebido, acechaba en un descanso y sosiego mentiroso.
El caos golpeaba de puerta en puerta con presurosa actitud, parecía vieja histérica y loca con rostro indecible, enojado hasta los huesos, babeando ira verdemoco.
En el calor de las masas el hedor se movía a gusto haciéndose cada vez más y más penetrante.
Nos odiamos, nos molestamos con nuestras presencias, cada acto, cada acción irritaba con escozor sarnoso.
¡Risa y lágrima! ––POBRE DE MI.
Traca…..tra –– ¡Aaaaay QUE DOLOR!
¡MI MAMÁ MI PAPÁ!


Autor: E. C. Flores

viernes, agosto 10, 2007

UNE PUTE AVEC UNE MAIN ÉTENDUE



Puta con mano extendida, por favor concedido.
Gusto a pleno gusto, saciado en las zonas del areópago del sentido.
Un juez hace de meretriz frente a palacio, esta dispuesto y bien dispuesto a sonreír al primero que meta la garra ladrona al bolsillo incendiario.
Poco proba, pobre infeliz criatura de Dios.
Calva de nacimiento.
Salio de rompe y raja desde las profundas cloacas del hades con olor a frutilla. “Paradoja”.
Espero en silencio su reconversión a los cielos de buena cepa, esos que encubren a los de mantas, que dicen ser pulcros predicadores con berga en ristre. Esos, los que señalan con el dedo.









Autor: E. C. Flores

domingo, julio 15, 2007


Mortis Dante Mortis

Generación “cinderella” te han dejado sin zapato de cristal, mientras flotabas en una botella de buen vodka trapacero con los ojos llenos de rabia.

¡Ah! El Viejo “rock and roll” dejó de ser pendejo por culpa de las “grupies” que libaron su miel de acero y plata con frenesí.

La urna decorada era de la mejor Fender, de aquellas que solo las estrellas podían lograr con su bolsillo de rojitono.

En un cuarto con mediación satánica en los Ángeles 696 se escondía la última cáfila de cinderellas dando la espalda a aquel que los intentara volver a la calle sólida con pie sólido en el culo de la amargura.

Underground la guitarra lloró de punzada en punzada, sentada frescamente en los motores latidores que humo negro echaban sin plomo del bueno.

Yo por mi lado miraba a Amanda siempre de espalda como un majestuoso guevon. Mientras ella pensaba que había cambiado mi vida.

¡El paro cardíaco dijo lo contrario!

El alucinógeno culpable fue a acusar ruidosamente con la policía que a esa hora engordaba a costa de los malos.

Ya nada se podía entender, ya más nada.



Autor: E. C. Flores

domingo, marzo 25, 2007

Death in the platform






Muerte en el andén

Me venía materializando recién salido desde un muro mohoso en el subway de “NYC”.


Bruce Willis esperaba pegado al piso lustroso el siguiente tren hacia “Central Park”, mientras, disfrutaba unas bocanadas profundas de su “Pall Mall”.


Su gabardina se agitaba con el viento que salía a borbotones de una de las salientes del negro túnel, haciéndolo ver con aire impetuoso y rudo.


Sus hombros recogidos hasta los testículos por el frío reinante no le sacaban ni una puta sonrisa.


Traía consigo una pobreza abismal al parecer por no poseer muchos amigos.


¿En realidad que más me podía importar a mi?, si yo, en realidad venía por otro asunto mucho más oscuro, y perverso.


Como un gato a media noche y al acecho me acerqué temiendo que me notase y, con el corazón magullándolo casi en la salida de mi boca ya agria, me contuve.


Nadie pude lograr apreciar, que viese la figura invertida en aquel acto.


De pronto toque su hombro con firmeza fiera, nerviosa, transmitiéndole por puro gusto un temblor frío e intenso y sepulcral hacia su envalentonada existencia “hollywoodense”.

Se giró con lentitud posera y de cámara, acción.

Del mismo modo su mirada recorrió mi figura asesina; ésta era segura y altiva, al saber del secreto beneplácito de su “amigo”… Nada más y nada menos que, “George W. Busch”.

Su ceja derecha alcanzó rasgos de altivez sobrecogedora sobre la certeza, de dicho “aval”, que merodeaba su mente todo el tiempo.

¿Qué podía hacer yo contra tal fuerza? Me pregunté, en medio de los mares, de la poca fe en lograr mi objetivo.

De pronto y para su sorpresa saqué desde entre mis ropas una fría pistola negra como la noche, dispuesta a fornicar la penumbra con un par de tiros plateados.


La punta gélida del cañón la fui a clavar directamente en su frente. Ya ahora sorprendido cambió su postura, a maricón.


Vi la mueca que brotó espontánea y extasiada desde, no se.


¿Ahora como salvaras al mundo idiota? –Le pregunté con una sorna aguzada y fibrilada desde mi garganta seca por el miedo.


Apreté el gatillo con los ojos cerrados.


Su cerebro se desplazo y fue a dar gran parte de él al mismo muro, que me había visto salir en sombra.


De ese modo como vine me fui.


Pero al final logre por fin darme cuenta, que el sujeto sólo era de yeso y cartón.





Autor: E. C. Flores






domingo, enero 28, 2007

El tigre comió de las entrañas del alma, un santo remedio sobre una alfombra de lodo.





Chicken paw
Una Palabra ampulosa se ufanaba de ser honesta y verdadera, mientras se sostenía de
un bastón alargado con orgullo y flema, con soberbia y monóculo normando caminó
con Garbo en vuelo rasante hacia el púlpito de oradores magnánimos.
Gritó ser coherente y de clase privilegiada. Con desprecio de lo más inflado en la
nada se dejó entrever el celo de la chusma ruidosa, que flotaba en el atrio normado.
En un extremo del quórum se le recibió con sotana reverencia, con ceja erguida y ojo
aparentemente entendido de la cosa ahondada.
La otra zona del areópago era ruidosamente chúcara y altanera, decían con
indignación revolucionaria, que aquello, no tenia ton ni son y, no debía por ningún
motivo ser aceptable tal ínfula carroñera por aquel globo a punto de estallar, con su
mismísimo aire.
El Conocimiento circular mas nervioso que nunca se daba traspiés mientras sonreía
con un fuerte perfume a ironía "marxciana".
La Intuición con un dedo en puntería mortificaba, acusando al mundo entero de su
sospecha en todos y en todo.
La Discordia hacía lo suyo avivando y aguzando las mentes de tan excéntrico clanaje
de aves pomposas. Ésta se veía muy ridícula con su suetercito de lana cachemira.
Un Intérprete trataba de hacer conexión lingüista en un lapsus de fuga dentro de un
laberinto asfixiado por un humo extraño, salido de un culto secreto de mil minotauros
fálicos convertidos al protestantismo.
Para su mala fortuna fue devorado en su propia sinapsis.
En otro extremo, la Emoción no dejaba de llorar ni reír a raíz de un ataque de
histeria putina, mientras que el Miedo le infligía dolor de lo más que hay a la
Experiencia agrandada que corría en pelota en medio de un coro de idiotas venidos
en mala hora.
El Caos era total y, acalorado desde lejos, entendíase excitado por la gran orgía de
conceptos a su haber.
Sin un gramo de sigilo entró en tromba un piquete de ideas totalitarias dando garrote
donde cayera.
La Espada y la Pluma se daban trompadas sin misericordia alguna, entre gemidos de
furia por rencillas de antaño que salían escritas en un decálogo de papiro con grafos
extraviados.
En términos sedosos el sínodo esquizoide explotó en la discordia esperada, llevando a unos y a
otros muy alterados a sus lares infructuosos, con mano vacía y alma amarga.
Mientras, el Consenso por Gil era brutalmente golpeado por Martín Scorsese y
Robert de Niro en el callejón de atrás, ahí donde fluia la escoria.....


continuara: el final es de reserva, por razones obvias.


Autor: E. C. Flores

lunes, diciembre 18, 2006

Fear of the unknown gods





Miedo a los dioses desconocidos

Terror, y razón oculta, bien dotado el carajo de exagerados sentidos. Por aquel día, fue proclamado con trompeta, y apuntado a los cuatro confines frijoleros con la desdicha de los vientos.

La labia de boca volcánica susurro estruendo vario.

El fin de intimidar destacó su alma pervertida, desde la abertura de sus poros, ensangrentados por el sudor de la ira, solo por ira.

“Júpiter Fulminans

El miedo y horda del infierno arremetió con espada encendida por fuego sacro.

“Júpiter Fulminans

La enana aldea que colgaba del horizonte comía miseria y despojo último, en favor de esos, sí, esos; los pequeños dioses.

Territorios aledaños supieron del ejercicio del poder reinante a esas horas, que bramaba hedor de las almas perdidas alojadas en su vientre abultado.

No había retorno, no había.

No había vuelta a los lagares de paz, a los buenos tiempos, al descalabro de la sonrisa de la doncella amada que reía en la puerta del establo.

En espera de abrazo y penetración más de un viejo cuento de amor ingenuo.

“Júpiter Fulminans

Misericordia miserere.

Los del miedo no tenían razón social y en sus chapas no decía el romper molleras y tuétano sagrado.



La desdicha de los días con hueso filudo rompía el cosmos de las pequeñas cosas que no importaban.

Galopando y frijoleando “Júpiter Fulminans

Ilusos floridos aguzados oídos, despierta y duerme, por ultimo si quieres.

En eso y de pronto la tierra expiró por puro expirar, bajo la muerte indefectible y atolondrada.

La desesperación hizo entregar a los de vientre, y de pecho, e inclusive a un remanente de destetados, como ofrenda para aplacar a la ventrílocua natura.

“Júpiter Fulminans” si, “Júpiter Fulminans”.





Continuara, por razones obvias me abstengo del final.



E.C.Flores

















miércoles, diciembre 06, 2006











Ku Klux Klan


En uno de mis tantos viajes me encontré con la espléndida noticia, de que Dios no era lo que me
había imaginado y el colectivo también, ó, la idea que nos habían inpuesto por convenio y figura,
esos añejos inocuos que se irguieron como sabios y última palabra.
Era pequeño de estatura, de cejas pobladas y nariz aguileña, en fin, carecía de bello parecer, de
hecho era de piel cobriza, del tipo de piel que adquiere la gente que trabaja la tierra. Sus ojos tenían
el cansancio de la sabiduría, de esa que conoce lo recóndito y que al conocerlo se fatiga y duele en
lo escondido de aquellas miserias.
Al ver esa mirada pude entender en algún grado el dolor que traspasó hacia sí su alma.
Cási pude vislumbrar el enjambre de formas y modos de sufrimiento diverso, que experimentarón
aquellos ojos. Paz infinita de todas maneras logré darme cuenta que salía de su real esencia. Creo
que con esa permisión fugaz quería decír sin palabras lo que logré entender. Misión cumplida,
pensé.
Búeno, por esos dias llegó a su presencia un ingreso, venido ni más ni menos que del mismisimo
“ku klux klan”, un gordinflón rosadito con cara de cerdito, se sacó el capirote rojo de sangre, de
inmediato se destapó, dijo ser un gran brujo con autoridad sobre diez genios, su mirada denotaba
una sorpresa indescriptible mientras se dirigía al gran Señor; así, calló de rodillas sobre un oceano
de lágrimas ahogándose en frente de aquella indesmentible verdad. En Tennessee y Arkansas hubo
disturbios, inclusive arrestaron a la pequeña “Alicia” por contumaz junto al gato “Cheshire” en una
taberna de negros por acceder a la mala.
El gordo no lo podía creer, no había vuelta atrás ya que muerto y, bien muerto estaba.
¡La lógica del hombre, no es mí logíca!, sentenció Dios, con una voz grande en
potencia.




Autor: E. C. Flores

sábado, noviembre 25, 2006

La estructura solo es un juego de vanidad

Dios se había olvidado de los hombres, no por el simple deseo de hacerlo.
La libre determinación de ellos le logró decidir así en última instancia.
El “superbobo” quería la libertad plena. El cataclismo, la desolación, la más sublime de las penas le importaba un verdadero carajo.
No preferir fue su medida perentoria ante tal desdicha voluntaria.
Las guerras clónicas, ahora tenían el mejor momento en medio de esa oscuridad, que establecía las consecuencias futuras del reino de la “Bestia”.
Este como oveja dictaba cátedra de humanismo, su disfraz era atractivo en conocimiento y belleza de rostro, todos le rendían pleitesía e icono con mirada babeante y con gozo de alma.

Autor: E. C. Flores




sábado, octubre 28, 2006

Seducción Neuronal y Modificación Mental

The structure only is a game of pretense




La imagen muerta de un dialogo vivo se enfrenta con la ignorancia diaria cara a cara y, a voluntad propia de querer no saber.
El mundo pasa, los libros quedan, la indiferencia los manosea con prejuicio y desden, en medio de la noche oscura de los que beben en las plazas.
Toma un libro y quiérelo sin idolatría pagana, solo con el respeto que se le debe.
Comparte tu conocimiento con el que se resiste, de forma sabía y con amor, así vivirás los días que se te han delegado con juicio justo.


Esto es prosa de mi colección, la que pretendo publicar muy pronto.

Party for ever



Baudelaire y Blake se cagaban de la risa en todo lo creado. Mas atrás en una nube tinto, Parra les hacía sombra con una gran oreja receptora de banda ancha. Éste con un pie engarrotado tomaba apuntes excitado sobre la calle de la amargura con patronato. Los zombis labriegos se amalgamaban en la conciencia de un bar mestizo, todos de pie bebiendo cerveza.
Baudelaire se detuvo en un semáforo que dubitativamente le fregaba el panizo dando luces falsas. De ese modo y, no soportando mas, saltó sobre la calle esquiando sobre sus propios improperios y arrastrando a Blake sobre la azotea incendiada del hotel Lauzun.
El jolgorio fue desmedido por el acto malabarístico en medio del cielo de rameras, que batían las manos bocas y culos con un frenesí poético y grotesco.
Manet y Delacroix tomaban de un manuscrito anotaciones matemáticas de gran calado. Diderot mordía su monóculo con el ojo de la duda y, unidos a Poe se reían con los espíritus epicúreos, del gran desorden reinante de aquella dedocracia fraudulenta donde, el que menos deprecaba, deprecaba un buque cargado de coca.
En las latas de basura del callejón aledaño se cocía al sol un menjurje de olores paridos en la era del gentleman romanticista individualista.
Blake hacía una fuerza hercúlea por no terminar sin fe en la conducta del hombre, tal esfuerzo terminó con sus sesos regados en los muros corruptos del hotel Lauzun.
Parra salvó jabonado de no recibir tan extrañas esquirlas en sus ojitos de pena. El silencio fue despótico y lo inundó todo por un gran rato. Una alondra se bebió al gran tigre bajo el espanto de la noche puta.
Sus visiones interiores quedaron suspendidas en graffítis vulgares que ni los imberbes los entendían.
Entre libertad y ocio, Baudelaire fecundó vástagos salidos de las profundidades más oscuras de los días de jarana prolífica. De un largo Agosto en París, solo quedó cenizas y un millar de vidrios quebrados de pura maldad, sobre un aburrido rostro
humano.


E.C.Flores





MASSIVE ATAC
Massive assault

Orville y Wilbur, pajaritos transportaban de rebote en sus mentes ensoñadas.
Con hazaña camuflada.
Les ignoré como nunca antes mientras cargaba mi galil con un hambre de balas negras, cada una con un nombre diferente en su tinta.
De lejos un misil aire-aire con cabeza buscadora. Silbando, cantando bajo la lluvia, arremetió feroz en busca de mi figura, que ha zarpazo limpio se movía en el inframundo de los que no tenían culpa de haber caído aquí de raja, de culo.
Mi ventana generosamente ilusa se habría de piernas a lo lejos.
La inyección de veneno entro suavemente a una potencia de tres mach y se fue a incrustar directamente a mi letrina.
Fuego, esquirla, veneno, y humo de lo más que hay, lo destruyo todo.
Volé y volé con elegancia. CNN transmitía en directo mi vuelo en cámara lenta, una y otra vez, mientras todo se dirigía a paso seguro a la real y mismísima mierda, soñé por un instante.
La idiotez en el hombre no escapa ni aun en el ultimo suspiro. El mensaje poco amigable que me fue entregado a mi puerta había sido lanzado por un avión que ahora hacía solo reconocimiento de su punto afinado. Éste, extrañeza me infundó en medio de mi sueño idiota. Su sonido me pareció espectacularmente distinto a lo esperado. Afine el poco oído que me quedaba colgando a esas horas y, cruce las piernas mientras apoyaba mi codo sobre una rodilla que a su vez erguía y sostenía mi brazo y mano. Por ultimo mi barbilla atónita se extasió en unos pocos sesos regados.
Re loco venían los días siguientes; de pronto vi la maquina salida como aparición espectral de en medio de las nubes cachondas y coloradas. Venía y venía de menos a más y, en picada. De brusco levanto el vuelo majestuosamente haciendo una “U” pomposa; la muy puta y jactanciosa maquina volante. En un punto casi se detuvo como si todo el cielo fuese para ella. Había silencio en la escena momentánea. Su esencia estética como potro salvaje se mostró, ante los flaches que venían de todas direcciones en ese momento.

Ya continuara…..


Autor yo: Enrique Cristian Morales Flores


Seudónimo: E.C.Flores.












Autor: E. C. Flores

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